lunes, 30 de septiembre de 2024

Carretera Austral, Patagonia. Exploración en Puerto Sánchez, escalada en Cerro Mackay, Chile Chico y Puerto Ibáñez, año 2022.

 A fines de enero de 2022, salimos junto a Mónica desde Valparaíso en lo que sería un nuevo viaje en auto hacia la Carretera Austral, sería mucho kilómetro por delante y unas inolvidables aventuras por venir.

En Puerto Montt nos reunimos con Mike y salimos hacia la Carretera Austral con destino a la Región de Aysén.

Aprovechando nuestra pasada por Coyhaique escalamos junto a Mike una increíble ruta en el Cerro Mackay, mi cerro favorito de Coyhaique, esta ruta tiene por nombre “Euforia”, una ruta muy, muy recomendable, agradecido del trabajo de los aperturistas.  Además en Coyhaique aprovechamos de escalar en la zona de Ensenada junto a amigos locales.

Posteriormente nos dirigimos a Cerro Castillo donde nos reunimos con mi amiga Sandy, la que nos propuso visitar las zonas de escalada en Puerto Ibáñez. Nuevamente un increible lugar bajo el contexto de lagos y paisajes idílicos, solo estar acá ya te das por pagado.

De paso a Puerto Sánchez, pasamos a probar rutas de escalada en el sector “Chabela” en Cerro Castillo, por primera vez en este lugar del cual había oído tanto hablar y quedé fascinado.

Finalmente el plato principal…una exploración a una zona muy poco explorada en el sector de Puerto Sánchez, donde desaparecimos del mundo por 3 días y a continuación escalada en sector de “Paso la llave”, donde en este último lugar hicimos una repetición a una nueva ruta multilargos abierta por nuestro amigo Gregg, quién fue nuestro anfitrión, guía y nuevo partner en esta etapa del viaje.

Todo el viaje fue perfecto…pero confieso que si de escalada se trata, no hay día en que no piense en volver a la zona de Puerto Sánchez a escalar, quedé perplejo de tanto por hacer y lo increíblemente bello del lugar que exploramos, siendo muy conscientes del respeto hacia la naturaleza. 

En cuento a los amigos nuevos que hicimos y los lugares que visitamos nada que decir a los amigos se les extraña mucho, fueron unos muy buenos días llenos monumentos únicos e inolvidables y a los lugares hay que volver si o si. 

Acá algunas fotografías de lo que respecta al viaje de escalada que nos pegamos con Mónica y Mike…


Felices en Aysén.


El primer equipo reunido.


Cerró Mackay. “Euforia”.


Puerto Ibáñez, al fondo Cerro Castillo.


Zona escalada en Ibáñez.


Probando rutas a en Ibáñez.


Pasada por Castillo a escalar en “Chavela”.


Exploración en Puerto Sánchez.


Parte de la exploración.


Gregg y Mike.


Paso “La Llave”.


Repetición multilargo “Paso la llave”.


Luis Pavez




lunes, 23 de septiembre de 2024

Domo Negro en Cochamó, intentamos la primera ascensión a la cumbre, año 2021.

 Con este texto describí lo que fue un primer intento al inexplorado Cerro Domo Negro en el Valle de Cochamó: 

 “Luego de varios meses de cuarentena y casi un año escalando casualmente llegúe al Valle de Cochamó junto a Cristopher Thompson, Mike Sánchez y Diego Díaz con la mente abierta y sin expectativas.  Esto dió paso a lo que fue una gran aventura para todos, llena de descubrimientos y gratos momentos. Nada más que agradecer a mis compañeros que siempre lo hacen posible con su generosidad y empatía”.

En el mes de febrero de 2021, intentamos un primer ascenso a la cumbre de un cerro totalmente inexplorado del Valle de Cochamó, una pared de granito de 1.550 msnm, cuyo nombre se debe al nombre con el cual Mike y Cristopher lo bautizaron al año siguiente con la apertura de la primera ruta saliendo directamente a la cumbre.

Teníamos una buena ventana de buen tiempo que daba para explorar por lo tanto en el base camp del Valle tomamos la decisión de adentrarnos por un valle que tenía sólo una exploración anterior, esta exploración fue por Diego Díaz y Maco Dieder donde abrieron un línea de escalada en una pared nueva un par de años antes.

Con la idea de explorar un nuevo cerro, alejarnos de todo (sobre todo esto) y escalar largos vírgenes nos adentramos  en un día de aproximación para apreciar lo que el valle presentaba buscando líneas para conectar. 

Durante esta aventura nos acompañaron mi polola (Mónica) y una amiga (Sara), hasta el base camp de este nuevo valle. 

Ideas iban y venían, la pared se veía desde abajo un tanto sellada, sin ofrecer mucha línea natural para conectar con el equipo que disponíamos. Mismas conclusiones a la mañana siguiente, pero ya equipados nos lanzamos a descubrir lo que la montaña nos planteaba. 

Fue así que entramos al bosque y comenzamos a ganar altura hasta llegar al granito, seguimos subiendo sin armar reuniones, más bien trepando y escalando en forma independiente, hasta una zona donde era posible montar reuniones móviles. Pasamos bajo el liderazgo de Mike unos largos entre granito y bosque nativo, matorrales y musgo, arboles colgantes, mucho terreno variado y absolutamente virgen, para salir a un buen largo de granito que nos dejaba cerca del filo cumbrero, pero ya muy tarde y sin agua para vivaquear. Por lo que decidimos abortar la cumbre. 

Rápeles  en penumbra donde abandonamos cordines y descenso de noche destrepando y rapelando por la última sección de la pared y al vivac.   Tuve la grata sorpresa de que al llegar al vivac Mónica me había aplanado el sector donde debía poner mi colchoneta para dormir. Fue una noche muy estrellada y de reflexión por mi parte, compartimos mate y comida, que con los aliños sabe mucho mejor.

Al día siguiente descendimos hacia el base camp en el valle, por la noche un cinturón de satélites Starlink y una noche nuevamente muy estrellada y conversada entre todos al son de unas cervezas y unos buenos mates, mientras tanto el mundo en cuarentena.  

Nos devolvimos felices, sintiéndonos afortunados.


Largos en granito en el Domo Negro.






Luis Pavez




Carretera Austral. Salimos en auto a escalar desde Valparaíso hacia Cochamó y Cerro Colorado, año 2020.


Uno de los viajes más bellos que me ha tocado es sin duda este viaje que nació como una idea loca de ir a escalar el Cerro Colorado en Chile Chico. 
El Cerro Colorado ubicado en el Parque Jeinimeni en las proximidades de Chile Chico, región de Aysén, es un cerro muy bello y estético con impresionantes columnas rojizas nunca antes vistas por lo menos para mi en Chile, las cuales se asemejan mucho a las columnas que se pueden apreciar y escalar en Valle de Cóndores en el Maule. Obviamente nuestra planificación debía contemplar una pasada por el Valle de Cochamó en Patagonia Norte.
Así que a fines de febrero del 2020 salimos con Christopher desde Valparaíso a Puerto Montt donde aprovecharíamos de visitar a familiares, amigos, reunirnos junto a Mike Sánchez y abastecernos de comida para salir en demanda del Valle de Cochamó, todo muy rápido dado que sólo contábamos con 15 días en total para este viaje.
Este tramo Valparaíso/Puerto Montt lo hicimos en unas 17 horas de conducción. Luego un día en Puerto Montt y sin más salimos hacia Cochamó.  
En Cochamó Mike nos propuso escalar una bella ruta llamada Garden of the Galaxy.

Fotos Cochamó:

Garden of the Galaxy, Cochamó.



Yo, Mike y Cristopher.


Luego de Cochamó rápidamente salimos en demanda de Chile Chico por la ruta Hornopirén, Carretera Austral.       Nuestro plan era simple, avanzar lo más que pudiéramos en el día y descansar donde nos diera la noche o bien el cansancio, para hacer dentro de todo más segura la travesía. 
Esta vez viajamos sin Mike que se quedó a unos proyectos de escalada en el Valle de Cochamó.

Carretera Austral:
Cruce en barcaza Caleta La Arena.

En la región de Aysén.

A una hora de Chile Chico, último tramo hacia Cerro Colorado.


El tramo Hornopirén a Chile Chico junto a Cristopher lo hicimos con una noche de descanso en Coyhaique y otra noche en Río Tranquilo.  Una vez en Chile Chico pasamos a registrarnos a Conaf y aprovechamos de recopilar información para la aproximación a Cerro Colorado. 

Fotos Cerro Colorado: 






Cerro Colorado.


Cerró Colorado en la Reserva Jeinimeni es una de las más bellas aproximaciones y lugares donde he escalado, es otro planeta, la energía es increíble.
Sólo estuvimos un día dado el ajustado itinerario que teníamos, es realmente bello y asombroso. Un lugar al que tenemos que volver con más tiempo a escalar.  
Luego de visitar brevemente Cerro Colorado y probar una ruta, nos devolvimos a Coyhaique.
Una vez en Coyhaique pizzas y cervezas en La Tropera y de vuelta manejando sólo hacia Puerto Montt, donde junto a un viejo amigo, Joel Suazo, nos reunimos en Osorno y de ahí salimos hacía la Reserva Mocho Choshuenco para hacer la travesía de estos volcanes cerrando este memorable viaje. 

Fotos Mocho Choshuenco:

Vista al Volcán Choshuenco desde el Mocho.


Volcán Choshuenco.


Con 2.382 kilómetros recorridos por Carretera Austral en 9 días y 2.100 kilómetros recorridos desde Valparaíso a Puerto Montt ida y vuelta culminó esta memorable experiencia por bellos caminos y montañas tanto de la Patagonia como de la región de Los Ríos.  

Tremendo viaje con amigos por parajes prístinos e inolvidables.



Luis Pavez



martes, 3 de septiembre de 2024

Aguja Ostrava en Patagonia, Torres del Paine. Apertura de nueva ruta directa a la cumbre, año 2019.

 El día 06 de febrero de 2019 escribí lo siguiente en mi sitio de instagram que llevo a modo de diario de aventuras:

“El día 04 de febrero, aprovechando una breve ventana de buen tiempo escalamos Ostrava en Torres del Paine, nos fuimos por una línea directa a la cumbre. Tres días en total Natales/Natales. Terreno salvaje y de una belleza alpina incomparable. Feliz !!, agradecer a mi cordada Gerardo Valdivia y Christopher Thompson por apañar hasta el final en esta aventura”.

No pierdas la fe, cuando las cosas se van a dar se dan…

Era febrero de 2019, estaba en Valparaíso un poco desmotivado ya casi sin esperanzas de que se presentará la oportunidad de alguna ventana para escalar en Patagonia, cuando repentinamente me llama por teléfono Christopher Thompson, para contarme que se rumoreaba fuerte en Puerto Natales, dentro del circulo de escaladores, que se venía una buena ventana de 3 días y en sólo 2 días más, era el momento esperado !

Inmediatamente saqué unos pasajes en avión con crédito y al día siguiente estaba llegando al terminal de buses de Natales a eso de las 23:00, Christopher y Gerardo me estaban esperando en el terminal, inmediatamente fuimos al bar Base Camp a beber unas cervezas para ponernos de acuerdo de cuál seria el objetivo a seguir en la ventana que partía en escasas horas más. 

Gerardo un escalador muy conocedor y experimentado en la zona y local, nos propuso la Aguja Ostrava en el Valle Olguín, me sentí muy cautivado por la propuesta ya que Gerardo nos explicaba que era un lugar muy poco explorado. La aguja presentaba una ascensión por la arista cumbrera y quizás alguna repetición por la misma vía.  Era una gran oportunidad de explorar y descubrir este lugar y las agujas que lo rodean.

A eso de las 4 am salimos del Base Camp y a las 5 am hacia Torres del Paine, muertos de sueño.  Tomamos justo el catamarán para cruzar el Lago Pehoe, cinco minutos después y quedamos abajo del régimen de horario del catamarán, descargamos nuestro equipo al otro lado del lago y salimos hacia la Aguja sin esperar más, a través de un hermosa aproximación.    No debíamos tener muchos contratiempos ni distracciones, pues la ventana se ajustaba milimétricamente al itinerario y al terreno. 

En la tarde del mismo día y con penumbra nos encontrábamos acampanado en el glaciar. Vivaqueamos entre mates y cielo estrellado y salimos en la mañana tipo 6 am hacia la Aguja, ya que debíamos atravesar una zona de seracs en el frente del glaciar y evaluamos que debía ser con luz de día para lograr una mayor seguridad.

Una vez atravesada esta parte delicada del glaciar inferior, los seracs, nos montamos en el glaciar superior para ello teniendo que trepar individualmente una sección de roca un poco descompuesta y expuesta, para acceder a esta nueva posición.  En el glaciar superior nos encordamos y luego de algunas horas de travesía glaciar sorteando grietas y una amplia cuenca, nos montamos en el nevero que conduce a la Aguja, pasando por una que otra sección de mixto.  

Luego de esto,  nos encontrábamos justo abajo de la pared de roca que da a la cumbre de la Aguja Ostrava. Acá decidimos escalar directo hacia la cumbre para ahorrar tiempo respetando el rango de la ventana que nos condicionaba, además no tener que bordear la aguja y montarnos en el filo, de paso ver si conseguíamos abrir una nueva ruta directa hacia la cumbre.    Por lo que después de unos largos de roca, que en secciones era descompuesta, nos montamos a eso de las 5 pm en la cumbre !!    Que hermosa vista !!   Campos de hielo sur en todo su esplendor, con todas las Agujas del valle a la vista. 

Durante el descenso en rápeles un incidente con nuestras cuerdas nos dió un gran susto, por lo que tuvimos que desescalar la última sección del último rapel cuidadosamente. 

Ya de noche nos encontrábamos en la zona de los seracs, ideal era haber pasado por esta sección antes del ocaso, según lo planeado.  Un par de caídas de seracs cerca de nuestras posiciones nos dan más de un susto nuevamente. Un rápel en el que abandonamos un tornillo de hielo para salir rápido de esta zona a una sección más segura, Pancho Canales que escaló junto a su cordada el Cota 2000 el mismo día, sale a nuestro encuentro en este tramo.  A eso de las 21:00 y en absoluta oscuridad nos encontrábamos en nuestro vivac de vuelta. 

Al día siguiente de madrugada arrecia el mal tiempo por lo que tuvimos que abandonar rápidamente nuestro vivac y con mal tiempo en nuestras espaldas.  Un rapel para asegurar el descenso en la zona de slabs del glaciar y ya en terreno seguro. A las 21:00 del mismo día nos encontrábamos nuevamente en el Base Camp en Natales, pero esta vez celebrando nuestra gran aventura. 

Una de las mejores aventuras, en un terreno muy variado, salvaje y alpino, nos regaló la ascensión de la Aguja Ostrava y pudimos abrir esta ruta, los tres como Natalinos cumplimos un sueño personal.

Todo fue muy milimétrico y perfecto, de verdad muy agradecido por todo y todos los que estuvieron presentes. 

Acá algunas fotos…


Sección de seracs en zona frente del glaciar.


Entrando al glaciar superior.


Glaciar superior.


Aguja Ostrava, izquierda arriba.


Directo a la cumbre.


Cuuumbreee !!!


Luis Pavez



martes, 20 de agosto de 2024

Temporada 2018 en Valle de Cochamó, retorno al Valle, nuevas rutas y reencuentros.

 Luego de la temporada 2017 en El Chaltén decidí que sería el momento de volver al Valle de Cochamó tras varios años ausente del lugar que me dió muchas herramientas  para crecer como escalador y muy buenas y educativas  experiencias que me han acompañado siempre.

La primera vez que vine al Valle a escalar fue en verano del año 2006, en esa oportunidad escalamos junto a Mike Sánchez  “Camp Farm” mi experiencia en escalada eran un par de años haciendo deportiva, era un desafío porque era el siguiente nivel para mi en la escalada.

 Por la escasez de zonas de escalada en mi entorno en Puerto Montt y los alrededores, y no es excusa que debíamos abrir las rutas si queríamos escalar o bien viajar al Cajón del Maipo, no era tan fácil acceder y progresar en el deporte,  como ahora con el explosivo crecimiento de esta disciplina del montañismo en el país y la gran cantidad de adeptos que tiene a su haber y por ende la infinidad de rutas existentes. Nuestro patio de juegos en aquellos tiempos era Metri.

Luego volví el verano del 2007 al Valle junto a Mike y abrimos las segunda ruta del Anfiteatro, la primera ruta fue “Icaro y la Luna” por Mike y Martín Waldor de Alemanía,  la nuestra fue una línea que vió Mike al lado izquierdo de Icaro y la Luna, la llamamos “Pulso” y fue la primera ruta abierta por una cordada Chilena, en lo personal fue un salto exponencial en mi escalada y un hito que marcó un antes y un después para mi, todo gracias al Valle y a el conocimiento  transmitido por Martín a Mike y luego de el a mi en una gran medida y bueno además una buena dosis de huevos puestos en las paredes del Valle.

En otra escapada de esta temporada 2007, con  Mike probamos “Pegadito a la Pared”, abierta por Chiquinho de Brasil.

La verdad, las grandes paredes no cambian, pero lo que me llamó profundamente la atención este 2018 del Valle, bueno encontrar muchas más rutas abiertas, pero sobre todo la gran cantidad de gente que lo visita, lo cual no significa que sea bueno o malo.

 Recuerdo con mucha nostalgía que éramos muy pocos los visitantes en aquellos años iniciales del Valle como centro de la escalada de grandes paredes en Chile en la actualidad. 

Acampábamos a las afueras del antiguo refugio de Daniel Sieliger, en total nunca habían más de  seis carpas instaladas, bebíamos la cerveza artesanal fabricada por Daniel y comprábamos pan amasado a Silvina, compartíamos con lo arrieros.   En los días de mal tiempo hacíamos comidas comunitarias en el refugio junto a los otros escaladores.  Recuerdo en el refugio a Chiquinho de Brasil, que abrió rutas en el Trinidad y con cariño a B. Kowalski (que abrió la primera ruta en el Monstruo) y con el aún mantengo contacto y tantos otros…Compartíamos buenos momentos y nuestras experiencias en las paredes durante los periodos de lluvia mientras comíamos junto a un buen vino tinto en caja en este refugio.  Eran otros tiempos, una  época de pioneros en el Valle en palabras de Daniel.  Pero lo que más extraño eran los baños después de las escaladas en los pozones vírgenes donde no había contaminación alguna. 

  De todo eso a mi vuelta y con pena escribo quedaba poco o nada debido al aumento exponencial del turismo en la zona, de los deportes Outdoor en Chile y que salió a la luz del mundo uno de los lugares con mayor potencial en la escalada a nivel mundial, favorecido en gran medida a información presente en redes sociales y sobre todo creo que este punto es muy importante. 

Bueno, podría escribir mucho del Valle, pero mejor es avanzar en estos relatos…

Motivado por la escalada y por mejorar mi técnica y adquirir más experiencia en pared, que me permitiera afrontar con seguridad y más eficiencia mis metas en Patagonia, quería volver al Valle a probar nuevas rutas y escalar más y más, fue así como este año 2018 en Cochamó hice cordada con cuatro grandes amigos,  Mike Sánchez, Diego Díaz (Piketa) y Christopher  Thompson, resultando unas bellas escaladas que pudimos completar.  Acá algunas fotografías de estas junto a mis amigos en Cochamó la temporada 2018.


Escalada en una jornada junto a Diego.
Puerto Montt/Valle Cochamó/Puerto Montt.


En placa de Cochamó.


Aleta de Tiburón junto a Diego y Christopher.


La clásica “Apnea”


Christopher, Diego y yo “Aleta de Tiburón”


Headwall “Al Centro y adentro” con Mike y Diego.


Pared ruta “Al centro y adentro”


Mike en uno de los largos.


Diego y Mike.


En tierra.

El 2018 fue una buena jornada de escalada con estos amigos, más adelante seguiríamos escalando y disfrutando juntos en el Valle.


Luis Pavez

jueves, 1 de agosto de 2024

Ventanas de horas. Triple intento a la Aguja de la “S”, El Chaltén, Patagonia 2017.

Entusiasmados por la temporada 2016 en Torres del Paine y ya que llevábamos tiempo escalando con mi amigo Daniel Tureo, decidimos que era el momento de volver a Patagonía, por un plan más ambicioso, pero esta vez al Chaltén. 

 Durante nuestra aproximación al Espartano en Patagonia la temporada 2016 nos hicimos amigos de Mike Boywer, un escalador norteamericano que conocimos en el base Camp Británco del Valle del Francés, mientras él y su cordada junto a nosotros con Daniel esperabamos buen tiempo para escalar alguna pared de aquel valle. 
De esa espera en el base camp, luego de esperar y esperar, mate tras mate terminamos de amigos e intercambiando números telefónicos e emails para volver el año 2017 a El Chaltén.  Esta vez como relaté en otro post no escalamos nada. 

 Con Daniel nos juntamos en Puerto Natales la temporada 2016 en el mes de diciembre antes de la navidad y la verdad es que el pronóstico del tiempo no era nada favorable. Confieso que junto a Daniel queríamos intentar el Fitz Roy si contábamos con una buena ventana, finalmente el tiempo atmosférico es el que manda. 
 Es así como tras esperar escalando para mantenernos en forma en las paredes del pueblo del Chaltén nos decidimos a realizar una aproximación el día 21 de diciembre a la Aguja de La "S" por Laguna Sucia, ¿ porque esta Aguja ?, porque dadas las escasas o nulas ventanas que daban los reportes meteorológicos no tendríamos opción de intentar el Fitz. Creíamos que con seis horas de ventana podríamos intentar escalar esta Aguja, dado su relativamente corto acceso desde el pueblo de El Chaltén.


Junto a Daniel en el pueblo de El Chaltén


En el vivac de Laguna Sucia esperando tiempo

Salimos de el Chaltén hacia la aguja y recuerdo que pasamos mi cumpleaños número 43 en el vivac de Laguna Sucia a la espera de ventana, fue un momento memorable para mi pasar un cumpleaños en esas circunstancias.
Tras esperar esa añorada ventana que nunca llegó, luego de un par de días en el vivac y dado que las condiciones empeoraban decidimos volver a El Chaltén a esperar, talvez intentar de nuevo con otra estrategia o cambiar de objetivo. En el vivac pudimos observar la pared cubierta de nieve por la cual queríamos escalar, no eran las condiciones ideales para nosotros.

Junto a Daniel decidimos volver a intentar la Aguja de la “S”, esta vez lo intentaríamos por la cara opuesta, es decir ingresando por Niponinos. 

Juntamos energías, armamos nuestro equipo y logística y nos lanzamos. Aquel día de aproximación acampamos en el glaciar a los pies del Cerro Torre, en una cueva de hielo, bastante incómoda, pero sirvió para pasar la noche, no dormimos nada.  El acarreo es muy largo y tedioso hasta este lugar y la verdad cae bastante material desde ciertas secciones del trayecto de aproximación lo cual lo hace un tanto peligroso. 

Una vez amaneció salimos hacia la Aguja de la “S”, intentaríamos el ascenso por la canaleta que da al Cerro Torre.
El Fuerte viento en el sector nos votaba al suelo, llegamos al vivac Polacos, decidimos esperar y la verdad nos sirvió para darnos cuenta que no podríamos ni siquiera aproximarnos más a la Aguja, dadas las condiciones de viento.   
El regalo de llegar hasta acá unas buenas vistas del Cerro Torre, Mocho, Egger, Fitz Roy.
De vuelta a El Chaltén a desquitarse escalando un poco más y unas buenas cervezas.


De la “S” desde Polacos.


Mocho, Torre, Egger, Standhart.


En vivac Polacos esperando tiempo.

Una vez en El Chaltén nos reunimos junto a Mike que viajo desde USA, en un largo viaje  a escalar a la Patagonia con nosotros, una vez instalado salimos a probar varias rutas multilargo, los boulders, etc. 
Daniel, dado que tenía pasajes de vuelta lamentablemente nos dejó, me quedé a formar cordada con Mike, un excelente escalador, con experiencia en paredes de Norteamérica e Himalayas. 


En una de las rutas multilargo con Mike y Daniel.


Esperamos junto a Mike ventana y no se veía nada bueno el panorama, finalmente una ventana de  seis horas y nos fuimos a intentar la Aguja de la “S” por Laguna Sucia.  Misma temática que con Daniel, salimos del pueblo y nos instalamos en el vivac de Laguna Sucia a esperar la ventana. 
Pusimos el despertador de madrugada y salimos hacia la Aguja con decisión. 
A eso de las 1000 de la mañana habíamos cruzado el glaciar Río Blanco y nos encontrábamos frente a la pared, no sin antes pasar un poco de susto por la existencia de grietas que vez de  en cuando se abrían bajo nuestros pies, pues había nevado hace poco y no eran visibles, en todo caso siempre encordados y atentos a esta condición.
El tiempo era muy inestable y se aproximaban nubes que hacían presagiar mal tiempo.  Con Mike nos quedamos mirando la pared de la Aguja frente a frente y a poco metros de distancia por unos minutos atónitos de tanta belleza y realidad, en mi caso además preocupado por el mal tiempo que veía venir, por lo que le sugerí a Mike abortar la escalada. 
Y así cuando nos retirábamos minutos después de tomada la decisión de abortar nos vimos envueltos en un white out, con bastante viento que nos ralentizó mucho la retirada. Mucho, mucho viento y escasa visibilidad. Cuando pasamos al lado del Mojón Rojo Mike me sugirió escalar en mixto la pared del Mojón Rojo que da al filo cumbrera y ahí estuvimos. El quería sentir la energía del lugar. Tuvimos que retirarnos por el incesante viento que hacía peligrosa la escalada, tras tan solo un largo. 
Un susto me dió Mike en una circunstancia durante la retirada de esta pared. 
No tenemos otra opción le dije, en el filo del cerro saldremos volando por el viento, jaja.

Ya cerca de Laguna Sucia el viento, era de unos 60 Nds, estimo esto porque el viento levantaba agua de la Laguna Sucia distante a un kilómetro aproximadamente de nosotros y nos rociaba con su agua a modo de ducha. Perdí una de mis bota de alpinismo desde mi mochila con el viento y fue a parar unos 30 metros más atrás.
Llegamos muy, muy mojadas y cansados al pueblo, castigados por el granizo, la lluvia y el viento, pero contentos de la experiencia vivida en Patagonia y de llegar bien.



Mike en el glaciar Río Blanco.



Frente a la Aguja de la S, atrás Saint Exupery.



White out



Luis Pavez