lunes, 23 de septiembre de 2024

Domo Negro en Cochamó, intentamos la primera ascensión a la cumbre, año 2021.

 Con este texto describí lo que fue un primer intento al inexplorado Cerro Domo Negro en el Valle de Cochamó: 

 “Luego de varios meses de cuarentena y casi un año escalando casualmente llegúe al Valle de Cochamó junto a Cristopher Thompson, Mike Sánchez y Diego Díaz con la mente abierta y sin expectativas.  Esto dió paso a lo que fue una gran aventura para todos, llena de descubrimientos y gratos momentos. Nada más que agradecer a mis compañeros que siempre lo hacen posible con su generosidad y empatía”.

En el mes de febrero de 2021, intentamos un primer ascenso a la cumbre de un cerro totalmente inexplorado del Valle de Cochamó, una pared de granito de 1.550 msnm, cuyo nombre se debe al nombre con el cual Mike y Cristopher lo bautizaron al año siguiente con la apertura de la primera ruta saliendo directamente a la cumbre.

Teníamos una buena ventana de buen tiempo que daba para explorar por lo tanto en el base camp del Valle tomamos la decisión de adentrarnos por un valle que tenía sólo una exploración anterior, esta exploración fue por Diego Díaz y Maco Dieder donde abrieron un línea de escalada en una pared nueva un par de años antes.

Con la idea de explorar un nuevo cerro, alejarnos de todo (sobre todo esto) y escalar largos vírgenes nos adentramos  en un día de aproximación para apreciar lo que el valle presentaba buscando líneas para conectar. 

Durante esta aventura nos acompañaron mi polola (Mónica) y una amiga (Sara), hasta el base camp de este nuevo valle. 

Ideas iban y venían, la pared se veía desde abajo un tanto sellada, sin ofrecer mucha línea natural para conectar con el equipo que disponíamos. Mismas conclusiones a la mañana siguiente, pero ya equipados nos lanzamos a descubrir lo que la montaña nos planteaba. 

Fue así que entramos al bosque y comenzamos a ganar altura hasta llegar al granito, seguimos subiendo sin armar reuniones, más bien trepando y escalando en forma independiente, hasta una zona donde era posible montar reuniones móviles. Pasamos bajo el liderazgo de Mike unos largos entre granito y bosque nativo, matorrales y musgo, arboles colgantes, mucho terreno variado y absolutamente virgen, para salir a un buen largo de granito que nos dejaba cerca del filo cumbrero, pero ya muy tarde y sin agua para vivaquear. Por lo que decidimos abortar la cumbre. 

Rápeles  en penumbra donde abandonamos cordines y descenso de noche destrepando y rapelando por la última sección de la pared y al vivac.   Tuve la grata sorpresa de que al llegar al vivac Mónica me había aplanado el sector donde debía poner mi colchoneta para dormir. Fue una noche muy estrellada y de reflexión por mi parte, compartimos mate y comida, que con los aliños sabe mucho mejor.

Al día siguiente descendimos hacia el base camp en el valle, por la noche un cinturón de satélites Starlink y una noche nuevamente muy estrellada y conversada entre todos al son de unas cervezas y unos buenos mates, mientras tanto el mundo en cuarentena.  

Nos devolvimos felices, sintiéndonos afortunados.


Largos en granito en el Domo Negro.






Luis Pavez




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